HISTORIA DE EL TORO CON SOGA
El origen del Toro con Soga es muy difícil de precisar, en la Ribera del Ebro su existencia puede probarse documentalmente desde la aplicación del artículo 293 del Fuero de Sobrarbe, otorgado a Tudela por Alfonso el Batallador en el siglo XII (1104-1134) y posiblemente la costumbre era ya vieja para entonces. Este artículo establece ciertas normas para “correr los toros con soga” a fin de que estos no produzcan daño.
Un artículo del “Eco de Navarra” (periódico liberal), con fecha 27 de febrero de 1.876 dice que con motivo de alegrar y consolar los sufrimientos de la “III Guerra Carlista”, se celebra un día de fiesta. Después de la Procesión, la Misa, habrá música y textualmente dice: “A las 3 de la tarde amenizó la función un toro que al estilo del país se corrió con una fuerte maroma, por las calles del Pueblo divirtiendo grandemente a sus habitantes que tan aficionados son a esta clase de fiesta”.
Periódico de la época
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En Lodosa el documento oficial por el cual el Gobernador Civil de Navarra autoriza al Alcalde de Lodosa, bajo su responsabilidad, a correr un Toro Ensogado por las calles, data del 13 de Septiembre de 1881, también tenemos otro de 1892. Con la fundación de la Cofradía de la Virgen de las Angustias el 19 de Septiembre de 1854.
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El Cabildo y Arzobispado redactaron los capítulos de la nueva cofradía. Todos los vecinos estaban incluidos y acordaron celebrar el tercer domingo de Septiembre unas fiestas en su honor, en las que, después de la procesión de la Patrona y de la Misa Mayor, para festejo y alegría de la “mocina”(juventud) se correrá un toro bravo, sujeto con una soga, para que libremente recorra las calles que desease de la localidad. Luego tendrá posteriores salidas los demás días de fiestas, así como los domingos y festivos hasta el día de Nuestra Señora del Pilar, cuando sería sacrificado.
Desde entonces y hasta la actualidad el festejo sólo se ha interrumpido dos veces. La primera fue durante la Guerra Civil. Al final de la guerra en 1.940, el alcalde de Lodosa, D. Agustín Arnedillo, sacó un Toro con Soga que lógicamente gustó y con el que abría nuevamente la puerta de la historia. La segunda fue en 1.968 por la cogida y más tarde muerte de la señora D.ª Angustias Irisarri. El alcalde D. Antonio Baztán suspendió el Toro con Soga, igual que el año anterior había suspendido el Encierro por la cogida y muerte del joven (31 años), Lorenzo Martínez Ezquerro “Chapiro”, el 2 de Septiembre de 1.967. Las fiestas de 1.969 sin encierro, ni toro con soga eran pobres, solo había capeas de vaquillas en la plaza y el alcalde para que no le acusaran de poco taurino, adquirió la Plaza de Toros que era particular y la hizo municipal al comprarla para el pueblo. Después de muchas manifestaciones y sentadas de jóvenes se repuso el encierro pero cambiando el recorrido. Tuvieron que pasar ocho años para que en Septiembre de 1976 el alcalde D. José Dewisme sacara un bando en el que hace saber que “en las próximas Fiestas que celebramos en honor de Ntra. Sra. de las Angustias, se correrá el tradicional Toro Con Soga”, siguiendo la historia hasta nuestros días (Bando del alcalde).
Viejas costumbres:
Una costumbre antigua era que jóvenes y mayores iban a casa del Alcalde a cantarle y pedir el toro. Por entonces se compraba un solo toro, se mantenía hasta el día del Pilar y las mujeres numerosas y valientes se encargaban de llevarlo el último día al matadero donde se descuartizaba y se repartía la carne entre los vecinos y cuadrillas para merendárselo. A lo largo de la historia el toro ha tenido varias salidas, como la casa del Marqués, el patio del Ayuntamiento, el antiguo Cuartel, el corral de Isidro Gastón, el corral de las Monjas, Plaza de Toros, pero actualmente tiene una de las salidas más espectaculares que se puede presenciar, desde el camión y enfrente de la Iglesia, dónde se ponen gradas para el disfrute de Lodosanos y forasteros, tanto mayores como niños.
Otra costumbre antigua era domar la soga. Las sogas eran de sisal y se quedaban muy duras y ásperas, por tanto, cuando llegaba la fecha se colgaba de árbol a árbol en La Plaza de España, más conocida como “El Paseo”,.Los chavales se colgaban de ella y así se conseguía quitarle la rigidez que presentaba. Hoy en día las sogas son 100% de cáñamo de 25mm. de anchura y 25m. de largura, las cuales se cuelgan en el Ayuntamiento para dar ambiente festivo y de nervios momentos antes de las fiestas.